Abstract:
The Mexicanidad in the United States has been constructed throughout the 20th century. Started to consolidate with the Brasero Program in 1947, La Mexicanidad has historically articulated its long-distance nationalism in the social locus of the swap meet or tianguis. However, the arrival of social media and the cultural dissemination that they propagated makes necessary to revisit what Mexicanidad means today, particularly among a millennial and post-millennial Chicano generation that learns to imagine the origin of their parents through YouTube and TikTok.
De los Tianguis a TikTok: La mexicanidad y el nacionalismo a distancia
Abstract:
Este artículo explora la evolución de la mexicanidad en Estados Unidos, especialmente su expresión a través del nacionalismo a distancia. A lo largo del siglo XX y hasta el presente, la mexicanidad ha sido mediada y transformada por el contexto migrante y la tecnología, desde los tianguis hasta las redes sociales. Se examinan tres etapas clave: la migración bajo el Programa Bracero, el papel de la música norteña en la identidad mexicana en Estados Unidos, y la influencia de plataformas digitales como YouTube y TikTok en las nuevas generaciones de mexicanos-estadounidenses. A partir de un marco teórico basado en José Vasconcelos, se discute cómo las nociones de “pocho” y “chicano” han sido redefinidas en el contexto transnacional contemporáneo.
Introducción:
La mexicanidad ha sido un concepto en constante evolución, adaptándose a las realidades de las comunidades mexicanas tanto en México como en Estados Unidos. En este trabajo, se busca examinar cómo este concepto se ha manifestado en las diásporas mexicanas en EE.UU., particularmente a través de lo que llamamos nacionalismo a distancia, es decir, la conexión cultural y emocional que los mexicanos en el extranjero mantienen con su país de origen. Este fenómeno ha sido históricamente articulado en espacios físicos como los tianguis o swap meets, pero con la llegada de las plataformas digitales como YouTube y TikTok, esta conexión ha adquirido nuevas formas.
José Vasconcelos, ideólogo de la Revolución Mexicana, fue uno de los primeros en proponer una visión centralizada de la mexicanidad, que excluía al norte del país, al cual consideraba un “desierto cultural”. Sin embargo, el crecimiento de la migración y el surgimiento de comunidades mexicanas en Estados Unidos desafiaron esta noción, creando una mexicanidad híbrida y transnacional que hoy en día se expresa en gran parte a través de la música y las redes sociales.
El Programa Bracero y los Tianguis como Centros de la Mexicanidad:
El Programa Bracero (1942-1964) fue un acuerdo binacional que permitió a millones de trabajadores mexicanos ingresar temporalmente a Estados Unidos para laborar en la agricultura. Este programa no solo facilitó la movilidad laboral, sino que también jugó un papel crucial en la creación de una mexicanidad transnacional. Los tianguis o swap meets en el suroeste de Estados Unidos se convirtieron en centros vitales para la preservación de la identidad mexicana.
En los tianguis, los migrantes podían adquirir productos tradicionales, escuchar música norteña y participar en un entorno social que les permitía mantener viva su cultura. La música, en particular los corridos, jugaba un papel central en estos espacios. A través de los corridos, los migrantes contaban sus historias, creando una narrativa migrante que conectaba las realidades vividas en Estados Unidos con sus raíces en México.
Los tianguis sirvieron no solo como centros económicos, sino también como espacios de interacción cultural, donde se compartían elementos de la mexicanidad que habían sido llevados al norte por los migrantes. Estos mercados representaban un microcosmos de la cultura mexicana en el extranjero y sentaron las bases para lo que más tarde se convertiría en un fenómeno transnacional con la música norteña y los corridos.
La Música Norteña y el Conjunto Tejano: Identidades en Diálogo:
La música norteña y el conjunto tejano surgieron como géneros musicales en la región fronteriza entre México y Estados Unidos, y aunque comparten raíces comunes, sus trayectorias divergen significativamente. Mientras la música norteña mantuvo una fuerte conexión con las clases trabajadoras mexicanas, el conjunto tejano evolucionó con influencias más urbanas y estadounidenses.
El nacionalismo a distancia en la música norteña fue especialmente notable durante el Programa Bracero, cuando los migrantes mexicanos comenzaron a establecerse en áreas rurales y urbanas de Estados Unidos. A medida que las comunidades migrantes crecían, la música norteña se adaptaba a sus nuevas realidades. La música narraba las historias de estos migrantes, sus luchas y triunfos, y conectaba a los oyentes con México a través de las letras y los ritmos familiares.
Por otro lado, el conjunto tejano comenzó a alejarse de estas raíces rurales, adoptando un sonido más moderno y asociado con la población chicana asimilada a la cultura estadounidense. Sin embargo, ambos géneros siguieron compartiendo espacios de distribución y consumo en los swap meets, donde las audiencias tanto asimiladas como no asimiladas compartían la música que daba forma a sus identidades.
Los Corridos como Crónicas de Migración y Resistencia:
El corrido ha sido una forma musical clave para la expresión de la identidad mexicana, especialmente en el contexto de la migración. A través de los corridos, los migrantes mexicanos contaron sus experiencias en Estados Unidos, creando una narrativa de resistencia y supervivencia. Los corridos hablaban de héroes populares, traficantes, y, más recientemente, de migrantes indocumentados y narcotraficantes.
A partir de la década de 1970, con la popularidad de bandas como Los Tigres del Norte, el corrido comenzó a centrarse en temas más modernos, como el narcotráfico y la migración indocumentada. Estas canciones reflejaban las realidades de las comunidades mexicanas en Estados Unidos, desde la lucha por mantenerse fieles a sus raíces hasta los desafíos de vivir en un país extranjero.
El corrido ha sido, históricamente, una herramienta de resistencia cultural y social. En Estados Unidos, su popularidad creció a medida que la migración aumentaba, y la música se convirtió en una forma de narrar las experiencias de las comunidades mexicanas. En este sentido, el corrido ha sido una crónica viva de la vida migrante, uniendo a las comunidades a través de una narrativa compartida de lucha y supervivencia.
De los Swap Meets a las Redes Sociales: YouTube y TikTok como Nuevos Espacios de la Mexicanidad:
Con la llegada de las plataformas digitales como YouTube y TikTok, la mexicanidad ha encontrado nuevos canales para expresarse. Las generaciones más jóvenes de mexicanos-estadounidenses, que tal vez no crecieron con los tianguis o la música en vivo, ahora recurren a las redes sociales para conectarse con sus raíces culturales.
En YouTube, por ejemplo, la música norteña ha experimentado un resurgimiento con los corridos tumbados, un nuevo subgénero que mezcla el estilo tradicional con influencias del rap y el trap. TikTok, por su parte, ha permitido que los jóvenes creen y compartan contenido cultural, desde bailes tradicionales hasta escenas de la vida cotidiana, creando un repositorio afectivo que conecta a las nuevas generaciones con México.
La digitalización de la mexicanidad ha permitido que las generaciones más jóvenes redefinan lo que significa ser mexicano en Estados Unidos. Ya no dependen únicamente de los espacios físicos como los tianguis; ahora pueden acceder a su cultura a través de sus teléfonos, interactuando con una audiencia global. Esto ha permitido una reconfiguración del nacionalismo a distancia, donde las fronteras físicas y culturales se desdibujan gracias a la tecnología.
Conclusiones:
La mexicanidad en Estados Unidos ha sido un fenómeno en constante transformación, adaptándose a las realidades migratorias y a los avances tecnológicos. Desde su manifestación inicial en los tianguis durante el Programa Bracero, hasta su expansión digital a través de YouTube y TikTok, la identidad mexicana ha demostrado ser resistente y adaptable.
El nacionalismo a distancia que ha sido articulado por las comunidades mexicanas en Estados Unidos continúa evolucionando, reflejando tanto las raíces históricas de la migración como las nuevas realidades de la globalización y la digitalización. La música, en particular, sigue siendo un vehículo crucial para la expresión de la mexicanidad, conectando a las generaciones pasadas con las futuras en una narrativa compartida de lucha, resistencia y orgullo cultural.
En última instancia, la mexicanidad transnacional que ha surgido en el siglo XXI refleja un diálogo constante entre el pasado y el presente, entre lo local y lo global, y entre lo físico y lo digital. Este fenómeno seguirá evolucionando, pero siempre estará anclado en la rica historia y cultura de México, que ha encontrado nuevas formas de expresión en un mundo cada vez más conectado.
Referencias:
- Ragland, Catherine. Música Norteña: Mexican Migrants Creating a Nation Between Nations. Kindle Edition.
- Ramírez-Pimienta, Juan Carlos. Las Memorias de José Vasconcelos: La Mexicanidad en la Frontera.
- De Jiménez, Catalina. Historia de los Tianguis y su Impacto en la Cultura Mexicana.
- Vasconcelos, José. La Raza Cósmica.
- Astorga, Luis. El Narcotraficante y la Reconquista de la Mexicanidad.
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